sábado, 5 de marzo de 2011

Suficiente para elegir.

En un simple salon de clases se pueden apreciar muchas cosas. Desde el aplicado alumno, hasta el chico con déficit de atención. Desde el caso más triste hasta la historia más feliz. Uno como docente debe de entender estos casos y contar con las herramientas que, si bien no solucionan por completo el problema, den al estudiante una sensación de confianza.

No es fácil, de eso estoy convencido. En especial con los casos que se ven hoy en dia. A veces, me lleva a preguntarme si la educación es suficiente para atacar estas problemáticas. Quizas la respuesta sea mi juventud; a mi forma de pensar aun me falta esa experiencia que solo se obtiene con los años. Hasta que punto me consume esta carrera, ¿no? La moraleja se encuentra en la satisfacción que se siente al lograr el objetivo: despertar el interés y aumentar el hambre de conocimiento de las mentes frescas.

O también reflejar en otros lo que grandes profesores reflejaron en mi. Algo parecido a la historia de Norberto Bobbio. Pues si, elegí la carrera correcta.


Josué.

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